Presión Sanguínea Elevada: Comprensión, Causas y Cómo Controla
La presión sanguínea elevada es una condición común que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. En este artículo echaremos un vistazo a la presión elevada, sus causas, síntomas y cómo controlarla.
Entendiendo la Presión Sanguínea Elevada:
La presión sanguínea elevada es una condición que aumenta la presión en las paredes de tus arterias. Esto puede ser peligroso porque aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, desencadenando otras complicaciones.
Causas de la presión sanguínea elevada:
- Factores genéticos: La predisposición genética puede jugar un papel importante en el desarrollo de la presión elevada.
- Mala alimentación: Consumir grandes cantidades de sal y grasas saturadas pueden aumentar el riesgo de desarrollar presión elevada.
- Obesidad: El exceso de peso provoca estrés sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
- Falta de ejercicio: Puede aumentar el riesgo de desarrollar presión sanguínea elevada.
- Estrés: El estrés crónico puede aumentar la presión sanguínea.
Síntomas de la presión sanguínea elevada:
La presión sanguínea elevada se conoce también como “hipertensión”. Es llamada el “asesino silencioso” porque la mayoría de las personas no muestran síntomas obvios. Sin embargo, en algunos casos los siguientes síntomas pueden aparecer:
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Dificultad para respirar
- Fatiga
Cómo controlar la presión sanguínea:
- Alimentación saludable. Reducir el consumo de sal y de grasas saturadas y aumentar la ingesta de frutas, verduras y magnesio pueden ayudar a disminuir tu presión sanguínea.
- Ejercicio: El ejercicio regular ayuda a mantener la salud cardiovascular.
- Tomar con moderación: Limita tu consumo de alcohol.
- Reducir el estrés: Técnicas de relajación como la meditación y el yoga pueden ayudar a reducir el estrés.
- Cordinox: Cápsulas para disminuir la presión sanguínea. Recuperar la presión arterial normal limpia el colesterol en los vasos sanguíneos y previene la presión sanguínea elevada.
La presión sanguínea elevada requiere de un cuidado constante. Mantener un estilo de vida saludable y realizarse chequeos regulares con tu médico puede ayudarte a mantener una presión sanguínea normal y reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares.